sábado, 10 de enero de 2009

Práctica Quijote

Capítulo Primero

Que trata de la condición y ejercicio del famoso hidalgo D. Quijote de la Mancha

En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda. El resto della concluían sayo de velarte, calzas de velludo para las fiestas con sus pantuflos de lo mismo, los días de entre semana se honraba con su vellori de lo más fino. Tenía en su casa una ama que pasaba de los cuarenta, y una sobrina que no llegaba a los veinte, y un mozo de campo y plaza, que así ensillaba el rocín como tomaba la podadera. Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años, era de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro; gran madrugador y amigo de la caza. Quieren decir que tenía el sobrenombre de Quijada o Quesada (que en esto hay alguna diferencia en los autores que deste caso escriben), aunque por conjeturas verosímiles se deja entender que se llama Quijana; pero esto importa poco a nuestro cuento; basta que en la narración dél no se salga un punto de la verdad.

Es, pues, de saber, que este sobredicho hidalgo, los ratos que estaba ocioso (que eran los más del año) se daba a leer libros de caballerías con tanta afición y gusto, que olvidó casi de todo punto el ejercicio de la caza, y aun la administración de su hacienda; y llegó a tanto su curiosidad y desatino en esto, que vendió muchas hanegas de tierra de sembradura, para comprar libros de caballerías en que leer; y así llevó a su casa todos cuantos pudo haber dellos; y de todos ningunos le parecían tan bien como los que compuso el famoso Feliciano de Silva: porque la claridad de su prosa, y aquellas intrincadas razones suyas, le parecían de perlas; y más cuando llegaba a leer aquellos requiebros y cartas de desafío, donde en muchas partes hallaba escrito: la razón de la sinrazón que a mi razón se hace, de tal manera mi razón enflaquece, que con razón me quejo de la vuestra fermosura, y también cuando leía: los altos cielos que de vuestra divinidad divinamente con las estrellas se fortifican, y os hacen merecedora del merecimiento que merece la vuestra grandeza. Con estas y semejantes razones perdía el pobre caballero el juicio, y desvelábase por entenderlas, y desentrañarles el sentido, que no se lo sacara, ni las entendiera el mismo Aristóteles, si resucitara para sólo ello. No estaba muy bien con las heridas que don Belianis daba y recibía, porque se imaginaba que por grandes maestros que le hubiesen curado, no dejaría de tener el rostro y todo el cuerpo lleno de cicatrices y señales; pero con todo alababa en su autor aquel acabar su libro con la promesa de aquella inacabable aventura, y muchas veces le vino deseo de tomar la pluma, y darle fin al pie de la letra como allí se promete; y sin duda alguna lo hiciera, y aun saliera con ello, si otros mayores y continuos pensamientos no se lo estorbaran.

lunes, 18 de febrero de 2008

Posibilidades de la Web 2.0

Hola, soy Juan y estoy escribiendo en un documento en la web.Muy pronto no vamos ni a necesitar un ordenador, sino simplemente un terminal con el que poder acceder a internet, ya que aquí vamos a encontrar prácticamente de todo.

viernes, 8 de febrero de 2008

Para copiar mi primera práctica

Tareas docentes con Writer

Apuntes del profesor. El profesor puede emplear Writer para preparar apuntes para sus alumnos incluyendo imágenes y elementos de realce que hagan el escrito atractivo. Esta es la aplicación más obvia e evidente. Después los apuntes pueden distribuirse impresos o lo que es mejor exportarlos a PDF y ponerlos a disposición del alumnado en algún tipo de plataforma educativa. Con el paso del tiempo el profesorado puede adaptar fácilmente sus temas según los resultados obtenidos sin necesidad de volver a teclear todo el texto. Para ello es importante que seamos ordenados a la hora de guardar nuestros ficheros.

Preparar exámenes, programaciones y memorias. Incluso el profesor de matemáticas puede preparar aquí sus exámenes pues writer viene dotado con un editor de fórmulas, y aunque hay programas mejores para esta tarea tales como LaTex con Lyx, el editor de fórmulas nos permitirá presentaciones decentes. Para activar el editor de fórmulas vaya a"Insertar/Objeto/fórmula". El uso del editor de fórmulas por sí sólo daría para un curso completo en el que habría que incluir el uso de Lyx. Tal asunto es sobre todo interesante para matemáticas y escapa un tanto al propósito de este curso.

Los alumnos pueden producir sus propios textos. Con el aprendizaje adecuado el alumno puede producir sus propios documentos con texto y/o imágenes. En ocasiones se ha utilizado el procesador de texto para introducir al alumnado en técnicas periodísticas como el artículo y la entrevista. En casos como esto el que Writer sea capaz de contar las palabras es particularmente interesante. Además usted podría pedir a sus alumnos que hiciesen un resumen, de por ejemplo 50 palabras, y mandarlo por correo electrónico o guardarlo en una carpeta compartida desde donde usted podrá ver el resultado.

Usar los diccionarios de Writer. El diccionario de español y si además es completado con el de sinónimos puede ofrecer una buena oportunidad para que el alumno corrija su ortografía.

Presentacion

Práctica de writer2.0